Con unos recursos limitados y un sinfín de opciones, calibrar el verdadero valor de una nueva tecnología para su empresa puede parecer a menudo una propuesta desalentadora.
Sin embargo, la verdad es que cuando se desglosan algunos elementos esenciales, la decisión sobre si invertir o no se vuelve considerablemente menos complicada.
- Considere la capacidad actual de la tecnología, no su potencial futuro: Es importante recordar que vas a implantar esta tecnología en el presente, no en un futuro aún indeterminado en el que todas las estrellas del proceso estén perfectamente alineadas. Es bueno adelantarse a la curva, pero nunca tan lejos de la viabilidad actual como para no obtener un beneficio real o acabar viendo cómo su inversión es suplantada por otra tecnología emergente más útil. No hay que entrar en la planta baja con un Betamax con el VHS a la vuelta de la esquina.
- Determine cuántos pasos y/o recursos se puede esperar razonablemente que la tecnología elimine de su proceso a corto plazo. Aunque la naturaleza de la tecnología y las necesidades de la empresa determinarán, obviamente, este cálculo, es aconsejable lanzar una red amplia. Comience su análisis en la fase de ideación y siga el rastro de cualquier tiempo o recurso potencialmente recuperado hasta la ejecución final o el envío del producto. Revise sus libros de contabilidad más recientes y, si dispone de ellos, cualquier proyección empresarial futura teniendo en cuenta estos ahorros. Esto debería darle una idea aproximada del beneficio neto.
- Incluya los costes secundarios, como el tiempo de inactividad durante la implantación o el mantenimiento continuo: En los negocios, como en la vida, la inmovilidad no es la norma. El hecho es que, con toda probabilidad, su inversión no será un gasto único. Dependiendo de la naturaleza y la complejidad de la tecnología, así como de su uso, habrá costes de mantenimiento y actualización que se extenderán a lo largo de toda la vida de la inversión. Algunos serán imposibles de prever, pero otros pueden calcularse de forma aproximada. Así que calcula lo que puedas, añade un colchón para "días de lluvia" e incluye esa cifra en tu matriz de decisión.
- El análisis de costes no es un camino de ida. También hay que tener en cuenta el precio de no invertir: No todos los costes son directos. Y aunque no es tarea sencilla demostrar una negativa -en este caso, que la ausencia de inversión en sí misma conlleva una factura-, es importante considerar los efectos a más de un grado de separación de su negocio. Así, por ejemplo, si tiene una fábrica y decide no invertir en un sistema que le permita mover las materias primas y el producto de forma más rápida y eficiente, se estará ahorrando un desembolso en el presente, pero incurriendo en costes de mano de obra, producción y pérdida de negocio en el futuro de forma indefinida. Además, si se traslada este ahorro a los clientes en forma de precios más bajos y mejores servicios, es razonable esperar que se haga más negocio. La cuestión es que toda la historia requiere un contexto. Y cuanto más contexto y profundidad pueda aportar a su propia historia, mejor comprenderá las necesidades y los verdaderos recursos de su empresa.
- Encuentre el socio financiero adecuado: Por supuesto, si resulta que la nueva tecnología va a ser una bendición para su negocio, todavía tiene que conseguir los fondos iniciales para comprarla. Aunque no faltan prestamistas para las pequeñas empresas, encontrar -y asegurar- el préstamo comercial o la línea de crédito comercial adecuados puede ser, a menudo, toda una prueba. ¿Nuestro mejor consejo? Busque. No sólo para encontrar un tipo de interés razonable, sino también para encontrar un socio prestamista que minimice las molestias de la solicitud de un préstamo y que le haga llegar el dinero con la máxima rapidez, para que no pierda tiempo y recursos rellenando montañas de papeleo monótono y esperando el desembolso, que podría dedicar mejor a construir y hacer crecer su negocio. Que es, al fin y al cabo, el objetivo de su pasión. (Descubra cómo Idea Financial puede ayudarle a impulsar su negocio aquí).
Después de considerar estos cinco factores, debería estar mucho mejor preparado para decidir si invertir o no en una nueva tecnología con confianza. Si ahora no es el momento, guarde esta página para oportunidades posteriores. Sin embargo, si es un resultado neto positivo, la diligencia debida que ha realizado ahora probablemente le reportará dividendos en un futuro que creemos que es sin duda muy brillante y lleno de oportunidades.
