Cualquiera que se haya aventurado en el mundo del emprendimiento conoce la sensación: ¿cómo no se me ocurrió eso? Muchas de nuestras mejores ideas en el mundo de los negocios son las que aún no hemos puesto en marcha. Los empresarios suelen aplazar el inicio de su gran idea porque no se sienten preparados o creen que les falta experiencia. Esto puede frenar a los aspirantes a innovadores a la hora de hacer realidad sus conceptos.
Todo el mundo quiere estar preparado antes de lanzarse a una idea que cree que tiene verdadero potencial. Sin embargo, también es cierto que desarrollar una idea y hacer que finalmente ponga dinero en tu cuenta es algo que deberías empezar tan pronto como puedas.
Hoy vamos a ayudarte a entender cómo probar a fondo y de forma adecuada la idea que tienes desde hace tiempo. Cubriremos cuatro puntos clave sobre cómo puedes planificar y proceder, así que sigue desplazándote para saber más.
Comienza con una necesidad
Es bastante sencillo decir que su producto o servicio debe empezar por satisfacer una necesidad en su mercado. El problema radica en cómo entender qué es una necesidad entre su base de clientes.
Es habitual que los emprendedores, sobre todo los principiantes, malinterpreten la necesidad en la forma de enfocar un nuevo negocio o producto. Hay una tendencia a la innovación extrema, a enfocar su concepto de la forma más revolucionaria posible. Aunque esto puede funcionar, requiere experiencia e invariablemente genera riesgos en su plan. No hace falta ser el próximo Elon Musk para que tu visión tenga éxito.
La clave radica en entender su mercado hasta el punto de poder calibrar realmente lo que quieren y por qué no pueden satisfacer su necesidad actualmente. Desde ese punto de partida más realista, puedes medir tu concepto en función de las demandas del mercado.
Colaborar y resolver
Entender a tus clientes y esa necesidad tan importante es tu punto de partida, pero no significa que tengas que resolver todo el enigma tú solo. Algunos de los empresarios más eficaces del país son simplemente los que han identificado una necesidad y han conseguido reunir el talento necesario para abordarla de forma pragmática.
La creación de una solución de este tipo le permite partir de la base de conocimientos que tiene en torno a sus clientes y entrar en una etapa de socialización con compañeros y profesionales en red de su sector.
La clave de esta idea es el hecho de que probablemente no sabrás cuál será tu concepto final hasta que conozcas a ese nuevo talento tan importante. Si conoces a fondo las necesidades de tu base de clientes y lo mucho que la accesibilidad y la asequibilidad vinculan a una posible solución, tienes libertad para buscar expertos y compañeros que puedan colaborar con tu visión y rellenar las lagunas con sus propios conocimientos.
Para ello es necesario establecer una red de contactos, conocer a fondo su posición de base y -lo más difícil para algunos- tener la valentía y la humildad de ver modificada su visión inicial gracias a las aportaciones de los demás. En lugar de aferrarse a su idea de solución, puede beneficiarse de estar abierto a las sugerencias que puedan orientar su objetivo general en una dirección ligeramente diferente.
Desmárcalo
Lo que muchos empresarios no hacen es jugar al abogado del diablo con su concepto favorito. La piel fina ha hundido muchas empresas prometedoras, dejando un orgullo herido y una cuenta bancaria vacía a su paso.
En esta fase de la ideación es fundamental que investigues a fondo los posibles escollos y defectos de tu concepto, ya sea un servicio o un producto. La diligencia debida merece la pena en este punto, sobre todo si colaboras con tus compañeros, como hemos comentado en la sección anterior de este artículo.
Puedes dividir este importante tema en partes para que sea más fácil de manejar para ti y tus colegas. Considere las áreas clave de su idea y cómo se sitúa en el sector, abordando el servicio o el producto en sí, las personas implicadas en su creación y consumo y cómo puede reaccionar el mercado ante su idea una vez que se haga realidad. Todos estos puntos influirán en la forma de ganar dinero como empresa.
Aunque al principio resulte intimidante y a menudo desalentador, ser lo suficientemente valiente y resistente como para plantear preguntas difíciles sólo mejorará sus posibilidades de éxito. Por ejemplo, puede que te des cuenta de que necesitas abordar con más detalle lo que significa la financiación empresarial para tu operación o idea.
Presente su idea a los clientes
Con la debida diligencia realizada y una mejor idea de su concepto ante usted, es libre de entrar en una etapa final y crítica en la creación de su producto o servicio: ver si a sus clientes realmente les gusta.
Es importante que en esta fase acepte que su marco de comprensión puede estar equivocado y que puede ser necesario hacer cambios. Lo que al principio considerabas un punto de venta único puede resultar poco interesante para los clientes. Lo que para ti era un producto de primera calidad puede ser un precio final innecesariamente inflado para un consumidor.
Un punto importante a tener en cuenta aquí es la calidad de los datos que se obtienen. Es fácil tomar la ruta barata y ahorrar todos los dólares que pueda, pero la investigación de mercado no es necesariamente barata cuando la calidad de esa investigación es alta. Aunque la investigación y la comunicación con los clientes potenciales en esta fase requiera la obtención de capital y finanzas adicionales, al final valdrá la pena. Obtendrá un conocimiento profundo de su producto o servicio y de cómo es probable que sea percibido y recibido.
Buena suerte.
Es una larga lista la que hemos reunido hoy, pero estamos seguros de que todos los puntos descritos en este artículo son relevantes y útiles. El equipo de Idea Financial le desea la mejor de las suertes en sus esfuerzos. Si necesita nuestra ayuda para conseguir financiación adicional para su próxima gran idea, estamos aquí para ayudarle.